miércoles, 10 de octubre de 2007

El show debe continuar

Más allá de escándalos y de suposiciones escandalosas, vamos a decir que, pase lo que pase, el show debe continuar. No nos referimos, en este intento de palabras esperanzadoras, a un texto de autoayuda, ni siquiera a un aliento necesario para aquellos que en batalla se quedaron rendidos, nos referios, en cambio, a un trato irrompible que representará, de ahora en adelante, un compromiso.

Vamos a empezar por describir el juego y dar las instrucciones pertinentes, esas que te explican qué ficha eres y hacia dónde te debes mover. Vamos primero a crear, con estas palabras escritas, un movimiento muy pocas veces antes visto. Y mientras las personas se quitan la corbata para leer esto y se agarran de las manos unas a otras, profundizamos la respiración y nos concentramos, cual niño de primer grado, en un proceso que marcará el camino a una transformación de pasajeros a pilotos.

El que no quiera leer, que no lea, por favor, que se abstenga. Esto no es cualquier cosa, señores, es una declaración de amor.

Deberíamos, como cosa meramente pedagógica, dividir este escrito en etapas para que la gente entienda de qué va todo esto. Cómo si de un cuento se tratara, una historia infantil seccionada en capítulos.

De ahora en adelante, amigos necesitados, empieza una nueva nada, no menos estrucutara, pero sí, aunque cueste escribirlo, más blanca (con todo lo que esto significa), más pura, más...más...más blanca, coño, ¿qué más quieren?

2 comentarios:

Débora Ilovaca Leiro dijo...

"No es la luz lo que importa en verdad: son los 12 segundos de oscuridad".
— Jorge Drexler, tu tocayo.

Anónimo dijo...

a mi me gustaba la nada azulgrana pero buee....